Exposición
Exposición Paisajes después de la batalla
A través de fotografías panorámicas, textos y documentos se muestran los lugares donde se crea, gestiona, manipula y negocia con basura, entendida en su concepto más amplio. Además de los más obvios —vertederos y montañas de chatarra—, se exploran otros como son las infraestructuras de transporte o los desarrollos residenciales.
La última época de expansión económica vivida en España ha supuesto un aumento considerable del consumo de territorio. La exploración de estos “paisajes después de la batalla”, investiga la herencia del periodo de euforia inmobiliaria, económica y productiva: desde los efectos causados por la urbanización hasta los desechos y lugares olvidados que ha dejado tras de sí.
La exposición estará abierta del 29 de marzo al 3 de julio de 2011 en el Centro Huarte, en Huarte, junto a Pamplona. Está compuesta por una selección casi al completo de las fotografías panorámicas de gran formato que hemos ido realizando los últimos años y que puedes consultar online:
Localizaciones: 6000km.org/localizaciones
Mapa: meipi.org/6000km
Mapa específico de Navarra: meipi.org/navarra (cortesía del Observatorio Territorial y Ambiental de Navarra)
La sala de exposiciones funciona como centro de interpretación: las fotografías y los textos que las ponen en contexto van acompañadas de documentos (sentencias, publicidad, planos urbanísticos, libros) que amplían la información. Desde la propia sala se pueden consultar los mapas online que acabamos de citar, así como proponer nuevas localizaciones.
En las escaleras del edificio estaba expuesto el poema de la vida y la muerte de la burbuja inmobiliaria.
Para complementar la muestra se organizaron una serie de mesas de debate sobre urbanismo, residuos y cultura los días 30 de marzo, 6 de abril y 4 de mayo de 2011.
Textos
Introducción general
6.000km invita a reflexionar sobre el metabolismo de las ciudades, haciendo visibles ciertos paisajes-territorios relacionados con la producción, consumo y desecho de materiales y energía. La última época de expansión económica vivida en España ha transformado nuestra relación con el entorno, de tal modo que el crecimiento económico —unánimemente percibido como positivo, aunque haya dejado desiguales resultados en la sociedad—, ha supuesto el consumo y la degradación de una cantidad de terreno más grande que nunca con consecuencias tangibles a nuestro alrededor.
Las grandes actuaciones de crecimiento urbanístico —PAUs e infraestructuras de transporte—, consideradas por sus ideólogos como un signo y un camino inequívoco de progreso, han implicado transformaciones profundas, de las que rara vez somos conscientes, en la concepción y uso de la ciudad, de los espacios públicos y de un bien tan singular como el suelo.
6.000km explora estos “paisajes después de la batalla” (urbanística), investigando cuál es la herencia del periodo de euforia inmobiliaria, económica y productiva: desde los estragos causados por la urbanización hasta los desechos y lugares olvidados que ha dejado tras de sí. Si cuando comenzó el proyecto en 2005, con Madrid como caso de estudio, la investigación era una foto ‘en marcha’ de un proceso de transformación en pleno apogeo, ahora asistimos a una primera ‘foto finish’ de este proceso. Entonces la conurbación madrileña servía de ejemplo de la proliferación de infraestructuras y del funcionamiento de las grandes ciudades, pero era necesario ampliar el estudio a toda la península para identificar otros elementos que configuran el territorio, como el turismo o la presión inmobiliaria de la costa. De este modo, la investigación no se limita ya a estudiar una región concreta, sino que muestra estos paisajes con una perspectiva más amplia.
La exposición
Los lugares son representados mediante fotografías que van acompañadas de información cuantitativa y cualitativa para contextualizar cada situación. No son sólo una experiencia estetizante, son mucho más que una imagen más o menos bella o terrible. Permiten que el visitante pueda entender y analizar para desarrollar una actitud crítica.
Madrid y Navarra
La exposición cuenta con dos secciones dedicadas a Madrid y Navarra, que profundizan en el estudio de estas regiones y expresan la vocación del proyecto 6.000km de estudiar específicamente los contextos locales donde la muestra se va exhibiendo.
*Nota “a pie de exposición”:
Según terminaba el proceso de producción de esta exposición, diferentes noticias nos han alertado de que su título “Paisajes después de la batalla” es acaso más la expresión de un deseo que de una realidad. El ciclo euforia-crisis y sus efectos en el territorio están lejos de haberse detenido. Suenan de nuevo tambores de guerra y se empiezan otra vez a alzar banderas de ‘progreso y desarrollo’. Por ejemplo: el nuevo parque temático (Paramount Resort) que espera poner su primera piedra a finales de este año en Murcia o el PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte), que prometía 6.000 km nuevos de autopistas y otros tantos de línea ferroviaría de alta velocidad para 2020 sigue vigente.
¿Se podrán disociar los fenómenos de bonanza económica y bienestar social de la depredación del territorio?¿Podremos repensar el necesitado crecimiento continuo de la economía en relación a lo finito de la naturaleza?
Sirva como referencia para entender la extensión de cada una de las localizaciones la del Parque de la Ciudadela de Pamplona de 31 hectáreas (ha). [Parque del Buen Retiro 118 ha]
Proyecto
Basurama
Fotografías, coordinación y documentación
Rubén Lorenzo Montero y Pablo Rey Mazón (Basurama)
Colaboradores
Investigación y textos
Esther Lorenzo Montero
Patricia Molina Costa
Miguel Rey Mazón
Navarra
Eneko del Amo
Observatorio Territorial y Ambiental Navarra
Web
Basurama.org
Montera34.org
Software
Meipi.com
Lamboratory.com
Subvención / Ayuda
AVAM. Madrid Procesos’08 (Obra realizada con la colaboración de AVAM).
Comunidad de Madrid (Obra subvencionada por la Comunidad de Madrid en la convocatoria de 2010).
Ayuda del Ministerio de Cultura.
Agradecimientos
Jesús Arbizu, Iñaki Arzoz, Ankor, CSCAE, Alfonso del Val, Eduardo de Santiago Rodríguez, Jorge Iriarte, Antonio Lloveras, Antonio Lumbreras, Carolina Martínez, Carlos Rey Marcos, Juan Rueda, Alfonso Sánchez Uzábal, José Ignacio Sanz, Eider Zubiaur, las comunidades de desarrolladores de los programas de sofware libre Hugin y Darktable. Agradecemos al Centro Huarte, a su equipo y en especial a Carolina Martínez por su apoyo a este proyecto. A Goytisolo y Wajda por dejarnos prestado el título, tuvimos que recordarlo sin saber que estaba ahí.
Dedicado a Ramón Fernández Durán, que nos puso en la pista de los 6.000 km de autopistas que el PEIT esperaba construir hasta el 2020 en su «El tsunami urbanizador español y mundial» (2006).
Canal de Navarra. Tafalla.
Introducción apartado de Navarra
Se referencian aquí algunos de los fenómenos que están configurando el paisaje navarro, también inmerso en las prácticas actuales de consumo de territorio para afrontar las necesidades urbanísticas, de recursos y de infraestructuras. Se han seleccionado estas localizaciones para aportar una perspectiva local e invitar y facilitar la reflexión desde un escenario cercano y conocido. No se escoge Navarra por su mayor o menor grado de transformación del territorio sino por aportar un contexto local.
En esta visión panorámica cobran sentido los flujos y las relaciones causa-efecto que se establecen entre los escenarios, incluso se pueden visualizar los ciclos de vida de ciertos recursos explotados. Cada localización contiene una aportación específica, que lejos de ser enciclopédica, describe aspectos de ese marco socio-económico y ambiental complejo.
El consumo de territorio en Navarra, al igual que en el resto de España, se ha visto incrementado vinculado al ‘boom’ inmobiliario. Una de las razones es que los procesos urbanizadores han sido la principal fuente de financiación económica de los Ayuntamientos españoles en esta última década. Aunque no está afectada por las dinámicas de destrucción de la costa, vinculadas principalmente al motor del turismo y al desarrollo inmobiliario, los escenarios son similares al resto de las Comunidades Autónomas, por lo que se suman al análisis global que plantea la exposición.
En el contexto navarro encontramos algunos proyectos singulares por el modelo de gestión aplicado, como el caso de la nueva urbanización proyectada en Guenduláin, el Circuito de velocidad de Navarra o la Ciudad de la Carne, en los que se ha usado los Proyectos Sectoriales de Incidencia Supramunicipal (PSIS) para su desarrollo. De esta manera se deciden grandes operaciones de carácter regional que se imponen a veces a los planeamientos municipales de los ayuntamientos.
La evaluación y la reacción ciudadana articulada a este tipo de proyectos ha derivado muchas veces en una confrontación política y mediática que deja de lado el debate puramente ambiental o de necesidad de las infraestructuras como es el caso del debate actual sobre el TAV. En otras ocasiones ha logrado replantear algunas operaciones como es el caso de las centrales térmicas de Castejón, donde el Tribunal Superior de Justicia las ha declarado ilegales por incumplimiento de la distancia de seguridad al municipio.
Las localizaciones elegidas no se establecen en categorías de mayor o menor impacto, sino para mostrar una diversidad de formas y casos que permitan comprender, dentro de la complejidad, los procesos que se establecen (sociales, económicos, ambientales). Son lugares con los que probablemente se establezcan relaciones de apropiación e identidad, paisajes emocionales y de sustento, paisajes que han interrumpido cierta cotidianeidad para la población o que se han establecido como cotidianos.
PAU de Sanchinarro. Madrid
Introducción apartado de Madrid
A la hora de abordar la región de Madrid se han estudiado los paisajes que conforman la conurbación madrileña, dando a entender que la ciudad no es solamente su término municipal sino también su área de influencia económica, energética, material y social. Las megaciudades pueden ser comparadas con estómagos que consumen territorio, materia y energía y los desechan donde pueden. El metabolismo de las ciudades, entonces, sólo puede entenderse a una escala territorial.
Madrid constituye un claro ejemplo de este fenómeno. Durante los años de la euforia inmobiliaria, tanto la capital, como especialmente los municipios que conforman su corona metropolitana, crecieron a un ritmo inédito. Entre 1980 y 2005, las superficies ocupadas por usos urbanos (equipamientos, vivienda y usos industriales) pasaron de 95.000 ha a más de 156.000 en la Comunidad de Madrid, lo que supone un crecimiento del 64%, y una quinta parte del suelo del territorio madrileño. Dicho crecimiento no fue consecuencia de un aumento similar de la población, que en ese periodo creció un 20%.
Las causas que explican esta “explosión” urbana son múltiples. Por una parte, la liberalización del mercado del suelo auspiciada por la Ley del Suelo aprobada a nivel estatal en 1998, conocida como la ley del “todo urbanizable”, favoreció la extensión de las expectativas de desarrollo inmobiliario sobre grandes porciones del territorio hasta entonces al margen de dichas dinámicas. Dicha Ley establecía como urbanizable todo aquel suelo cuya protección no pudiera justificarse, reduciendo a las zonas estrictamente protegidas como bosques, montes protegidos, cauces, etc. los ámbitos de protección, pero abriendo el resto del territorio a su posible urbanización.
Sin embargo, este crecimiento no habría sido posible sin el despliegue de nuevas infraestructuras de comunicación construidas por la Comunidad de Madrid en los últimos quince años. Éstas han servido de armazón estructural para el despliegue territorial, y han alimentado un enorme crecimiento del sector de la construcción, así como la transferencia de una gran cantidad de dinero público a las grandes constructoras adjudicatarias de las obras. Como consecuencia, Madrid es la ciudad de Europa que tiene mayor número de kilómetros de vías rápidas por habitante.
Otro factor clave para comprender este modelo territorial es la baja densidad de los nuevos crecimientos y su localización. Se trata en su mayoría de desarrollos de viviendas unifamiliares o de bloques colectivos insertos en tramas viarias sobredimensionadas y aisladas del tejido urbano preexistente, únicamente unidas en uno o dos puntos a una red viaria principal. Esto ha generado un modelo urbano disperso que implica más desplazamientos y una ocupación extensiva del territorio.
Este modelo depredador del territorio ha supuesto un aumento de las servidumbres y usos indirectos del metabolismo urbano, en especial de infraestructuras de producción y desecho. Además, estas infraestructuras “no deseadas” han tendido a localizarse de manera desigual sobre la región, observándose una concentración de vertederos, incineradoras, graveras, cementeras, depuradoras, centrales térmicas, etc. en el sureste madrileño.