Central nuclear de Lemóniz
Datos
Presupuesto construcción: 35.000 millones de pesetas (más de 200 millones de euros)
Presupuesto total de la paralización y el desmantelamiento: 1 billón de pesetas (6.000 millones de euros).
Los problemas fundamentales de la energÃa nuclear son la seguridad, con riesgos importantes para la población y el medio ambiente (antecedentes de Chernóbil y Fukushima o Palomares en España), los grandes costes e inversiones que implica, y los residuos, ya que no se ha conseguido hasta ahora la forma de eliminar los residuos nucleares de alta actividad. Las ventajas son más evidentes: la energÃa nuclear supone una alternativa a los combustibles fósiles como el carbón o el petróleo.
Pero, más alla de los problemas y de las ventajas, el complejo debate sobre la energÃa nuclear que se ha reabierto en los últimos años con el objetivo de mejorar la percepción pública de la energÃa nuclear, esconde realmente el debate sobre la necesidad del progreso a toda costa. Y es que se pretende seguir creciendo y consumiendo como hasta ahora, alejando asà la posibilidad de un cambio cultural hacia un futuro más sostenible orientado en la reducción del consumo.
La Central Nuclear de Lemóniz, destinada a aportar el 70% de la energÃa que se consumÃa en la Comunidad Autónoma Vasca, fue construida en los años 70 en un zona costera cerca de Bilbao. Pese a estar prácticamente acabada, nunca fue inaugurada debido la moratoria nuclear que se declaró en 1984. Luchas polÃticas, medioambientales, ecologistas y nacionalistas han confluido en esta mega construcción fÃsica y simbólica desde su concepción. Este choque de conflictos sumados a los acontecimientos trágicos que supusieron los atentados mortales de ETA que allà se produjeron, hicieron que definitivamente no se produjera nunca electricidad en esta estación. De todas maneras, el impacto fÃsico generado en el entorno por la construcción de la central ya estaba producido. Actualmente sólo quedan en el lugar los grandes edificios vacÃos.
En España hay ocho reactores nucleares activos, distribuidos en seis centrales nucleares. Pero además existen dos estaciones abandonadas (Lemóniz y Valdecaballeros) y dos en proceso de desmantelamiento (Vandellos I y Jose Cabrera). ¿Que se podrÃa hacer con ellas, ya que están construidas? ¿Qué otros usos podrÃan tener estos espacios tan peculiares y con una significación tan fuerte? Oportunidades para revertir este tipo de construcciones sólo pueden nacer desde la creatividad social y medioambiental, lo que implica un cambio importante en la manera de relacionarnos con lo existente.
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