Campos inexplorados
El sábado pasado (25 de abril) el colectivo La Charca de la Rana celebró una nueva edición del mercadillo de trueque en el descampado que hay por el Parque de las Avenidas en Madrid. Para el que no lo conozca, este mercadillo lleva organizándose en ese lugar desde hace unos meses, después de que el casi tradicional mercado de trueque de La Prospe tuviera que abandonar su habitual ubicación en la Plaza de Prosperidad.
Además de que conocemos a varios de los organizadores, los descampados también interesan a 6.000km (el trueque también, aunque por otros motivos). Son lugares-basura, al menos en el sentido que damos aquí a la palabra «basura» como «residuo de la ciudad». Son también lugares que surgen en los procesos de crecimiento de las ciudades, bien porque no se les dio un uso a tiempo y quedaron al margen del proceso urbanizador (por causas a veces conocidas y a veces desconocidas), bien porque son solares que cesaron de utilizarse para la función para la que fueron inicialmente ocupados, bien porque fue proyectado un uso determinado que nunca llegó a realizarse. Habitualmente son lugares-frontera entre barrios de la ciudad o la delimitan. (En mi barrio, Prosperidad, todos recordamos todavía los enormes descampados que había en la calle Príncipe de Vergara entre López de Hoyos y la Plaza de Cataluña).
Las habituales connotaciones negativas de la «basura» deben quedar una vez más al margen al hablar de los descampados. Precisamente es su condición de lugar abandonado o lugar-basura lo que los hace interesantes: la falta de uso regulado los hace lo más parecido a un «territorio inexplorado» que puede verse en una ciudad, a pesar de que esto le confiea un aire casi misterioso y no exento de algo oscuro y siniestro.
Pero lejos de nuestra intención hablar así de este descampado. Una búsqueda en google arroja un montón de resultados cuando se le pregunta por la palabra «descampado«. Y a poco que hurgamos entre ellos encontramos unas cuantas referencias a La Charca de la Rana y las actividades que allí se realizan. Elena Cabrera estuvo en el anterior mercadillo de trueque y ha hecho un reportaje contando su visita. Hay quien escribe relatos sobre el lugar. Un poco de historia sobre el lugar y sus alrededores nunca viene mal. Y hay quien se da cuenta de la desaparición de estos extraños lugares.
En fin: el siguiente mercado de trueque tendrá lugar el próximo 9 de mayo. Para más información, mirad la página de La Charca de la Rana. Y si tenéis un descampado cerca, echadle un vistazo, por si encontráis un mercadillo o (quién sabe) un cine de verano…